¿Nos hemos vuelto muy señoritos o muy idiotas?

La nuestra tierra

Vacas #8

Hoy voy a empezar la entrada con un chiste sobre un rapaz que había emigrado a Madrid.

Resulta que después de un año en Madrid trabajando de mozo de almacén, a un rapaz al regresar al pueblo de vacaciones parecía se le había olvidado todo lo que tenía que ver con la vida en el campo.

Charlando con el vecino que estaba preparando para acarrear la hierba le iba preguntando el nombre de las cosas:
¿Y cómo dices que se llama esa tira de cuero que le pones a las vacas?
Chamámoslo sobeu, yía pa’ uñir las vacas al carru.
¿Y eso otro?
– Esu las cornales, esu yía el jugo, esu las mullidas… son apeiros.

El paisano del pueblo, entre incrédulo y desconfiado, le iba recordando nombres como la forca, la bielda, la garabita, el gadaño…
– Ho
me, pero no fastidies, ¿no t’alcuerdas de nengún nome d’estus?
No que va. En Madrid…

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